Hace poco apareció ante mi una joya literaria, de esos libros que parece que estuvieran esperando para ser leídos en el momento adecuado. De "el retorno de los brujos" hablaremos otro día. Fue "LA VIDA SECRETA DE LAS PLANTAS". Gracias a JL por su programa en mundodesconocido.com sobre el efecto "Backster", que permitió tirar del hilo y encontrar esta pieza de conocimiento.
Recomiendo su lectura a todo aquel que ame las plantas y que por ende conoce los efectos que tienen esta comunicación "suprasensorial", si es que pensamos que nuestros sentidos se limitan a cinco. Cualquier planta -y lo que es aún mas inquietante, todo lo que conforma el universo- siente y tiene conciencia. Habla. Se comunica y es capaz de leer nuestra mente. Se alía con nosotros si la amamos, y muere -o quien sabe que mas- si la odiamos.
He decidido transcribir una pequeña parte de este libro -que puede descargarse escaneado en este enlace-
Según el reportero de ..., Karamanov mostraba cómo una planta leguminosa corriente había adquirido algo equivalente a "manos", "éstas no tenían mas que oprimir un conmutador, y la planta podía entonces establecer por propia cuenta la longitud óptima la longitud de sus "día" y de su "noche". Posteriormente, cuando la misma planta había adquirid un equivalente a "piernas", podía instrumentalmente indicar si necesitaba agua. "Acreditándose como un ser perfectamente racional -seguía el reportaje-, la planta no se atragantaba verazmente de agua sin ton ni son, sino que se limitaba a beber unos dos minutos por hora, regulando la cantidad que necesita con la ayuda de un mecanismo artificial". Peter Tompkins - Christofer Bird. "La vida secreta de las plantas"(1974). extracto páginas 80-81
3 comentarios:
Estoy convencida de ello. Somos un todo con la naturaleza y en la medida que aprendamos a relacionarnos con ella aprenderemos a escuchar su mensaje. Acabo de iniciarme en la aventura de cultivar mi propio huerto y estoy segura que voy a aprender mucho de él. Un abrazo.
No hemos descubierto nada nuevo, todos los seres vivos tienen sentimientos incluidas las plantas, cualquiera que tenga una mínima relación con sus plantas se da cuenta enseguida de que sienten como cualquier otro ser vivo.
PATRICIO.
Las plantas te agradecen cuando las aclaras. Se alegran cuando las riegas, cuando las visitas. Y se entristecen cuando las descuidas.
Seguro que Teresa aprendio mucho con su huerto . Debe estar mas contenta que una lechuga.
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